Sulcus
                    No estás rota 
                    porque no fuiste nunca 
                    definitivamente una
                    solo eres el recuerdo de que determinadas cosas 
                    pueden resquebrajarse
                    sin estar.
                    Lloré antes de nacer
                    quizá fue en ese instante
                    cuando una cuerda tierna
                    impacientó el pellizco
                    y la grieta se urdió.
                    Fina como un estambre
                    me arrebató la posibilidad de la monotonía
                    y  fue  voltaje alterno
                    asfalto derretido
                    una guinda inmadura pegada al paladar.
                    El sulcus en mi pliegue 
                    es una cicatriz de la prehistoria
                    una patología controvertida
                    que hiende el borde libre del cordal.
                    Me expone siempre en lo rasgado
                    en la pluralidad y en el desorden
                    sin verbos límpidos
                    sin nitidez.
                    pero toda rendija es, al fin, un acceso
                    para precipitarse y explotar. 

