Estoy Caimán caimán
dando de comer hojas
dando de beber piedras al río
más pintado de verde
más hacia el cauce entrado en nudos
más en el margen que en la cordillera
çomo quien dice en lengua de tezontle
aquí estoy diciéndome no temas:
hoy el bosque está puro con su canto
y te asomas en un flautín de sueños sin imagen
pues hasta hoy conoces lo que es eso
Antes del río y de la cordillera
y del pajaroleón y del madroño
y de la hoguera haciéndonos más hombres
en la contemplación de nuestra especie
a través de la savia luminosa
que sin complejos dimos a la tierra
era todo vacío en el vacío
agujero de muchos desniveles
pero ninguna estancia comprendida
pero ninguna huella entrada en luz
Espejo soy (dije)
ante el rostro olvidado de mí mismo
la ubicación más tenue
por los cuerpos vagando silenciosa
aunque rotunda
en haces de no hacer
Vengo dispuesto
a convertirme en sangre de abedul
con el río aprehendido en la memoria
desde siglos atrás del nacimiento
en raíz de la ceiba más antigua
en eucalipto rey
donde el cenzontle
hubo aprendido su órgano de voces
Y ya no quiero más
porque estoy cierto
que el pregón de la tierra
es el fluir de sus múltiples criaturas
y yo soy una más
no quiero perturbarla
Dios me guarde
He venido del agua y voy al agua
caimán caimán
hasta dejar el cieno
al encuentro propicio de vertiente
Cuando estoy sol debo cruzar los puentes
cuando luna desatar augurios
para que vayan libres tras mi entraña
todas las invasiones de ternura
donde deberé hallar el sortilegio
el zaguán entramado
la táctica inocencia
de no saber
que por los andurriales del hábito
circula echado en cola
en escamoso cuerpo
en fauces y en colmillo
el líquido reptar
de éste receptáculo del mundo:
Si ensoñado en alas albedríacas
he bebido los éteres del mundo
la rotundez humana me ha lanzado
al hedor pantanoso de la culpa
y he despertado a rastras
entre las purulencias del perdón
Caimán caimán
cada Babel naufraga de sus babas amargas:
cada Babel construye
(o deconstruye)
su declive mortal
su lengua de hombre.
