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ISSN 1989-4163

NUMERO 62 - ABRIL 2015

Abril

Óscar Esteban

 

Cuando estas palabras emerjan con algo de luz en unos ojos distintos a los míos ya andaremos en Abril. El mes que bombea al corazón acompasando los días en aquellos que necesitaremos del astro rey para estar mejor, al menos algo mejor. Las terrazas enseñaran sus dientes al sol, los abrigos descansaran en casa y los baños espumosos dejaran lugar a las duchas anárquicas. Esto es lo que se espera de Abril, otra cosa muy distinta será como éste se presente ante nosotros. Espero que de buena gana y nos reciba para el gran día para todos los que nos transformaremos en buscadores de letras en un estado de latente euforia ante tal efeméride: el día veintitrés o la Diada de Sant Jordi. Recorreremos las librerías, nos empaparemos de la luz y del olor a rosas que la mañana nos regalará entre la muchedumbre que hormiguea por la gran ciudad, y todos los recodos literarios que aquel día se elevaran por unas horas en cualquier espacio literario, cafetería, biblioteca y arte callejero, pero sobretodo calle y mucha.

Grandes castillos de ejemplares poblaran este mes con las novedades del grupo selecto: los Escritores, con mayúsculas y con voz definitiva; Julio Llamazares volverá con sus Distintas formas de mirar el agua , Blitz de David Trueba, Albert Espinosa cerrando su trilogía con El mundo azul, ama tu caos y la omnipresente Random House acompañará a Gonzalo Suarez Con el cielo a cuestas . No faltará Vargas Llosa que vuelve con una obra de teatro sobre el Decamerón, Los cuentos de la peste . Los que disfrutamos con la lectura de Mario Vargas Llosa agradecemos que se deje caer por el papel y menos por la política - falta que se dé cuenta él -. Se unen una compilación de obras completas de Lorca, Murakami, James Ellroy o la poesía de Neruda, Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos que deleitaran a los numerosos n erudianos y a otros poetas adyacentes.

Para los que dejamos caer algunas palabras sobre el papel, la lucha en esta batalla se dirimirá desigual. Y ahí me encuentro yo, sin mi escudero Sancho, con mi selecto grupo de ejemplares luchando por unos minutos de voz y lectura. Haciéndome voz entre los amigos y conocidos para dignificar este año una bella historia contada en mis momentos literarios. Escribir una novela histórica que me responda como convencer al lector que mi historia a narrar le agarrará el pecho por la historia de amor encontrada, le sacará una leve mueca de aprobación, un enfado por la injusticia sufrida y un “ valió la pena ”. ¿Qué puedo ofrecer que Espinosa, Murakami, Neruda o Llosa no nos ofrecerán en estos meses venideros?

La verdad es que quizás nada, cada historia se muestra como única y cada libro encierra una propia verdad con diversas lecturas. O quizás todo, y pueda defenderme así ante aquellos molinos de viento que enarbolaran esos centenares de ejemplares con una única cosa: mi verdad, mi historia sobre el papel llamada La Plaza de los Señores . Porque nadie me podrá arrebatar mi amor por las historias de Shakespeare, mi interés y preocupación por el conflicto de la II Guerra Mundial o mi autentica pasión por las ciudades del norte de Italia, como Bolonia y Verona. Todo eso es mi Sant Jordi este año ante semejante dragón; los Escritores.

Y vosotros os preguntaréis donde está la princesa.

Jimena nunca huyó, ni fue arrebatada de ningún castillo. Habitaba en mi interior desde hace meses, años y la comparto en días como éste. Ya me pertenece para siempre. Esta es mi única verdad, mi historia contada, como cientos, miles en esta Diada de Sant Jordi.

Un libro rara vez es pésimo, simplemente no encontramos la manera de entrar en ese caparazón, ese entramado que el escritor nos quiere descubrir, quizás a través de la sinopsis, un bello epígrafe o las primeras líneas del primer capítulo, quizás en la breve pero intensa dedicatoria. Si convence, nos acompañará bajo el brazo, habremos descubierto nuestro Macondo , si no, basta con mirar a cualquiera de nuestros lados, hacia delante o con un giro detrás de nosotros para encontrar una nueva historia. Solo basta elegir un principio y dejarse llevar, ya que toda buena historia se andará leyendo…

 

 

Abril

 

 

 

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